pilarLimaPilar Lima, quien a finales de este mes se convertirá en la primera senadora sorda, asegura que no se siente "un símbolo de nada", sino que es "una persona normal y corriente" que trabajará para "cambiarlo todo" en la Cámara Alta, donde no solo representará al colectivo de personas sordas.

Lima, diplomada en Trabajo Social y profesora especialista en lengua de signos, fue designada en primarias como la candidata de Podemos a senadora territorial por la Comunitat Valenciana, cargo para el que resultará elegida en el pleno que Les Corts Valencianes celebrarán el próximo 22 de julio.

Lima afirma que, aunque ahora es novedad que una persona sorda llegue al Senado, debería ser "normal" que representantes de este colectivo formen parte de la actividad política.

Esta valenciana afirma que vive su futura responsabilidad como "un trabajo temporal", ya que no entiende la acción política "como una profesión", en el que lo va a dar "todo" e intentará no defraudar a las personas que le han dado su confianza.

Garantizar los derechos sociales, promover iniciativas de participación y proteger a los colectivos en situación de vulnerabilidad serán sus principales objetivos dentro de la primera institución en la que Podemos tendrá representantes en el ámbito estatal.

 

Accesibilidad para personas sordas

El Senado es "un gran desconocido" para la gente de la calle, que tiene una visión de es una Cámara "que no hace nada y a la que van los políticos con larga trayectoria para terminar sus días en política", afirma Lima, quien reivindica que quieren "romper" esa imagen social y entrar al Senado "para cambiarlo todo".

Para su labor en la Cámara Alta necesitará intérpretes de la lengua de signos que le permitan acceder a la información, y por ello ha contactado con los dos eurodiputados sordos que hay en la actualidad, para estudiar qué medidas de accesibilidad se pueden adoptar en el Senado con el fin de que pueda trabajar "en igualdad" de condiciones.

Agradece a Podemos que haya abierto a las personas sordas la participación política y haya velado por garantizar su accesibilidad, sobre todo porque lleva 20 años de reivindicaciones en el movimiento asociativo de personas sordas, donde han logrado "muy pocas cosas".

Como ejemplo, explica que en el año 90 la principal lucha era conseguir el reconocimiento oficial de la lengua de signos como una lengua del Estado, pero no se consiguió hasta 2007, cuando se aprobó una ley que hasta el momento "no se ha aplicado a la realidad" y que pretenden impulsar.

En su opinión, el problema fundamental del colectivo de personas sordas, del que en España no hay un "censo fiable" pero según esa ley son alrededor de un millón, de las que 450.000 son usuarias de la lengua de signos, son las barreras de comunicación, que dificultan el acceso al mundo laboral o al ámbito cultural.

Explica que es sorda de nacimiento y que su familia no se dio cuenta hasta los dos años, momento en el que su abuela materna alertó de que la niña "hablaba muy raro", y destaca que hasta los 16 años no tuvo acceso a la lengua de signos, lo que supuso para ella "un nuevo mundo".

Por ello, explica que uno de sus objetivos prioritarios es lograr una educación inclusiva, un área en la que opina que "nunca se debería recortar", y lamenta que en España el porcentaje de personas sordas que accede a la Universidad sea todavía "minúsculo".

Lima ha trabajado como voluntaria en la Fundación Vicente Ferrer en Anantapur (India), donde formó a educadores de niños sordos, y es coautora del libro Sordo, y qué!.

 

Fuente: 20 minutos